La flor de la glicinia -Wisteria sinensis- ha tenido siempre un simbolismo especial en Japón y China. En ambas culturas, se plasmaba en xilografías y tapices, como un símbolo de prosperidad, mientras que su elegante flor y color evocaban sofisticación, sabiduría y una larga vida.

Aquí, la glicina nos habla de amor eterno y la devoción, convirtiéndola en una elección perfecta para celebrar el amor y la unión. También nos invita a la calma y la reflexión, con sus racimos de flores colgantes que parecen susurrarnos al oído que nos detengamos un momento a contemplar.
Desde hace unos días, nuestras tiendas de A Coruña, Compostela y Vigo lucen unas glicinas en sus escaparates. Desde la calle, sus tonos entre púrpura y rosa enmarcan nuestras joyas, regalando un rincón primaveral a quienes pasan por delante.

Nada más estrenar la decoración, en Ardentia Compostela, llegó la primera anécdota: una señora paseaba con sus dos hijas pequeñas cuando, al ver el escaparate, una de ellas se exclamo: "¡Mamá, en esa tienda tienen cosas de primavera!”. Entraron a mirar las flores y les encantaron.
Días después, un cliente del estudio de tatuajes vecino, en la rúa Nova de Compostela, nos comentó lo bonito y original que era nuestro escaparate, con esas glicinas alegres, contrastando con la histórica piedra gris de Santiago de Compostela.
En Vigo escuchamos que nuestra tienda anunciaba, junto con el sol, la llegada de la primavera.
En A Coruña, la última de nuestras tiendas en vestir su escaparate con estas flores, vivimos un animado sábado de fin de mes, con gente parándose a mirar y curiosear en la calle Real.

Un auténtico éxito de decoración.

Queremos aprovechar para agradecer a las verdaderas artífices de esta magia: nuestras chicas Ardentia.
Con semanas de antelación, hablan, comparten ideas, dan forma a cada detalle y, cuando todo está decidido, se ponen manos a la obra para hacerlo realidad.
¡Gracias y enhorabuena!